Los acusados en el juicio de Hammerskin intentan desvincularse del movimiento nazi
Quince cabezas rapadas que forman parte del entramado neonazi Hammerskin están sentados en el banquillo desde el lunes por asociación ilícita y tenencia ilícita de armas, entre otros delitos. El principal testigo protegido en el juicio, un periodista con el pseudónimo Antonio Salas, asegura que los ’skins’ están recaudando dinero para contratar un sicario que le agreda por infiltrarse en el grupo. Aunque ha afirmado que conoce la ideología de este "grupo" -que en principio no admite a negros, gays ni comunistas- y que ayudó, junto a su esposa, a traducir del inglés la Constitución de la banda, ha señalado que "sus creencias católicas" no le permiten compartirla. Sin embargo, el presunto líder de la banda a nivel nacional sí ha reconocido tener "algo de afección" a las ideas nacionalsocialistas, ya que su familia era del "bando nacional" durante la Guerra Civil, y haberse relacionado con skinheads por su trabajo de tatuador. A preguntas del fiscal sobre el Holocausto, José Eduardo C.H. no ha querido contestar porque, ha dicho, no le gusta "el tema político". Al comienzo de su declaración, el acusado ha admitido pertenecer a este grupo neonazi, pero más adelante lo ha negado alegando que se había "equivocado". Durante la segunda sesión de este jucio que comenzó el lunes han declarado otros cinco acusados, que han negado su pertenencia a "Hammerskin-España", a la que algunos conocían como una marca de ropa, aunque han reconocido poseer objetos con simbología nazi por los que "sentían curiosidad", así como haber participado en conciertos. UN PERIODISTA DESTAPÓ LA TRAMA EN EL LIBRO DIARIO DE UN SKIN El proceso penal se basó en los datos obtenidos en las escuchas telefónicas, en los registros de las viviendas y en la información aportada por el periodista con el pseudónimo Antonio Salas, el autor del libro ’Diario de un Skin’. Salas se infiltró en el grupo para dar a conocer en su relato los entresijos de una de las bandas más importantes de neonazis en España. A sabiendas de la intención de las defensas de solicitar que no declare como testigo protegido, el periodista presentó un escrito en el que reclamaba que se le preserve su anonimato por temer por su integridad física, según comentó a los periodistas Esteban Ibarra, el presidente de Movimiento contra la Intolerancia. De hecho, la presidenta del tribunal, Luisa Aparicio, informó durante la vista oral que el testigo protegido pide en el escrito declarar detrás de un biombo y con la voz distorsionada. En las cuestiones previas, la totalidad de los abogados defensores reclamó que este testigo sea "perfectamente" identificado, apelando a la sentencia del Tribunal Supremo que ordenó el pasado marzo repetir el juicio contra la cúpula de los ’Latin kings’ por no desvelar a las partes la identidad de los testigos. "Todo el mundo sabe quién es. Tiene un interés económico para hacer libros, películas y conceder entrevistas", aseveró uno de los letrados. La Sala rechazó la petición de las defensas. Al margen de esta cuestión, solicitaron la nulidad de la causa por vulneración de derechos fundamentales: violación del secreto de las telecomunicaciones telefónicas; vulneración del derecho a la inviolabilidad del domicilio; y quebrantamiento del derecho al Juez ordinario predeterminado por la Ley por su falta de competencia. El tribunal se pronunciará sobre ello cuando dicte sentencia. "AUNQUE SUENE SOEZ, IBA A LIGAR" Tras concluir la primera fase de la vista oral, el tribunal inició la toma de declaraciones con el acusado José Manuel Q.R., a quien se intervino la fotografía que dio origen a las pesquisas. El acusado, que se dedicaba a organizar eventos de colorido, insistió a la Sala que tuvo conocimiento de los Hammerskin cuando se le detuvo. Según su testimonio, acudía a los conciertos que se organizaban con grupos neozanis para pasar un rato con los amigos. A preguntas de la abogada del Movimiento contra la Intolerancia sobre su presencia en estas actuaciones, respondió: "asistía para estar con un grupo de amigos, beber y, aunque suene soez y usted sea una señorita, para ligar". La presidenta le reprendió por dirigirse a esta letrada en varias ocasiones llamándola "señorita". Además, José Manuel Q.R. restó importancia a su presencia en varias fotografías en las que aparecía junto a consignas y emblemas neonazis. En una de ellas se le ve tras un cartel que reza la frase del Kukusclan: ’Debemos Asegurar La Existencia De Nuestra Raza y Un Futuro Para Los Niños Blancos’. Preguntado sobre si le gustaba esa ideología, respondió: "Me gusta la estética de la cruz celta --origen de la esvástica--". Además, aseguró que podría posar detrás de algún emblema que ensalzara a la raza negra si le gustase la estética. También se le inquirió sobre si conocía el significado del número 88 que representa las iniciales de "Heil Hitler" --la H ocupa el 8 puesto en el abecedario--. Con tono altivo, contestó: "sí, claro, el número 88 va detrás del 87". SUPREMACIA DE LA RAZA BLANCA En su escrito de acusación, el fiscal sostiene que esta asociación organizaba desde el año 2000 conciertos en la Comunidad de Madrid con letras en las que se defendía la supremacía de la raza blanca y se promovía la discriminación, el odio y la violencia contra determinados colectivos. Entre sus órganos de expresión hay revistas que llevan por nombre ’El Martillo’ y ’Extremo’. En el registro de sus domicilios se requiso material con simbología nazi, pasamontañas, puños americanos, navajas, bates de béisbol, hachas, banderas con esvásticas, documentación antisemita, películas que enaltecen las figuras de Hitler y de Mussolini, pistolas de aire comprimido, sprays de defensa, folletos sobre cómo proceder en caso de detención y pistolas de fogueo, entre otros objetos. TELEMADRID
Entretanto, el presunto jefe de "Hammerskin-España" ha dicho la banda no es una organización, sino de un "grupo de amigos internacional". José Eduardo C.H., para el que el fiscal pide seis años de cárcel, ha reconocido que conoce a miembros de "Hammerskin Nation", un "grupo" en el que no hay jefes ni tesoreros, ha dicho, porque son "colegas", y cuya ideología se basa en los principios de "familia y trabajo", "honor" y "fidelidad".
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